Hace tiempo que quería escribir un articulo completo sobre lo que significa para mí trabajar como equipo en lugar de -la tan extendida expresión- trabajar en equipo. Voy a ir desgranando mi visión del mismo. Los que me conocen saben que suelo decir que trabajar -bien- en equipo es un mito.
Sé que no es así pero en mi experiencia profesional han sido muy pocas las veces que he encontrado un grupo de personas que además de trabajar en equipo también lo hagan COMO equipo.
A veces, veo que en LinkedIn se han menciones de este tipo
¿Qué estamos valorando realmente?
¿Qué entendemos por trabajo en equipo?
Contenidos
Trabajar como equipo no es simplemente colaborar
Tener una actitud colaborativa facilita mucho el trabajo como equipo. Pero muchas personas suelen aludir a que tal o cual persona es buena trabajando en equipo porque cuando necesitan de su ayuda, ésta colabora.
Tengo la sensación de que como en las empresas hay mucho cafre, cuando nos encontramos con un compañer@ que nos escucha, y que nos ayuda en algo que necesitamos, destacamos esa actitud como de buen trabajador en equipo.
¿Cuándo aprendimos a trabajar como equipo?
Trabajar como equipo requiere de una serie de habilidades todas ellas dentro de las competencias de la inteligencia emocional.
Si decimos simplemente la palabra Equipo, ¿qué es lo primero que nos viene a la cabeza? A mí, el deporte. Creo que pocas disciplinas reflejan de una manera tan gráfica y tan clara lo que significa trabajar como equipo. Por supuesto, no quiero olvidarme de una orquesta, por ejemplo. ¿Quién no ha oído muchas veces equiparar el trabajo de un manager con el director de orquesta?
Pero a mí, cuando se dice Equipo, me viene a la cabeza el deporte.
¿Qué podemos extraer del deporte?
Lo primero que hay que recordar es que por norma general un equipo de una disciplina deportiva, obligatoriamente tiene que estar confirmado por un grupo de deportistas. Es la diferencia de un deporte individual.
Después entraríamos en las cuestiones funcionales. Por ejemplo, cada deporte de equipo tiene unas características que lo hacen único y por tanto se rige por unas reglas distintas a otros deportes. El fútbol y el balonmano son ambos deportes de equipo pero muy distintos.
Si formáramos -de manera improvisada- un equipo de fútbol compuesto por jugadoras de fútbol y de balonmano, sí tendríamos un equipo de fútbol pero observaríamos que no hay juego de equipo. No sabrían jugar COMO equipo. Y bajo esa improvisación, lo más probable es que optaran por identificar a la mejor jugadora y cada una como pudiera intentaría ayudarla para ganar el partido.
Creo que se verá claro que ese equipo, como equipo tendrá poco futuro.
Pero si decidiéramos formar un equipo elite de fútbol femenino, la improvisación no tiene lugar. Todo debe estar planificado. La selección de las jugadoras, la estrategia, la táctica. Además, ni jugarán siempre las mismas jugadoras ni la estrategia ni las tácticas serán idénticas. Dependerá de diferentes circunstancias (rival, lugar en la clasificación, lesiones de jugadoras, sanciones, etc.). Y respecto a las jugadoras, no vamos al mercado a buscar 20 clones de la mejor jugadora. Necesitamos distintos tipos de jugadoras para llevar a cabo unas acciones en cada partido.
Puesto que tenemos que cubrir un terreno de juego y jugar 11 contra 11, dispondremos a las jugadoras de forma que puedan desempeñar las tácticas escogidas tanto para el ataque como para la defensa.
Disponemos de un equipo de 20 jugadoras con características muy distintas pero al mismo tiempo, complementarias:
- velocidad
- fuerza
- altura
- reflejos
- visión
- liderazgo
- temple
- luchadora
- espíritu
- manejo del balón
- habilidad
- etc.
Y en los entrenamientos, las jugadas se realizan a conciencia, intentando simular situaciones reales.
Desde el minuto uno, estas jugadoras piensan como equipo. Y el objetivo es de equipo. Aunque cada una de ellas pueda tener unos objetivos individuales (perder menos balones, que no le saquen tarjeta amarilla o roja, 90% de pases con éxito, etc.) de poco valdrá, si cuando llega el momento, no actúan como equipo.
¿Qué vemos en los equipos infantiles?
Generalmente en los equipos más noveles lo que solemos notar es esa falta de estar conjuntados. Vemos a niñ@s que juegan muy bien individualmente pero, como equipo, están todavía lejos de tener esa armonía y orden que esperamos en un equipo.
Identificamos desde la grada esas carencias cuando una jugadora, por ejemplo, deja su posición para subir al ataque y al perder el balón, se queda arriba en lugar de estar defendiendo su zona.
¿Qué vemos en las empresas?
Pues casi lo mismo. Han puesto a un grupo de trabajadores juntos en algo que denominan -por ejemplo- equipo de operaciones. Pero ¿qué tenemos de verdad? Pues en mi opinión, tenemos a un grupo de personas que es muy probable que tengan un buen desempeño individual pero que no disponen de las habilidades y del entrenamiento para poder desempeñar sus funciones como miembro de un equipo.
Trabajar en equipo…
Es lo que solemos decir. Pero ¿qué tal si realizamos la distinción con Trabajar COMO Equipo? Trabajar en equipo parece que es más un tema de juntar unas personas y que trabajen juntas.
Pero trabajar COMO equipo alude a cómo queremos que sea ese trabajo. Al indicar trabajar como equipo estamos diciendo que queremos que haya:
- colaboración
- esfuerzo
- funciones claras y bien definidas
- respeto
- sacrificio
- vulnerabilidad
- ganas de aprender
- equipo antes que el individuo
- orientación a resultados
Y una características para mi fundamental que suele hacer que los equipos fracasen:
- HAY QUE DEJAR EL EGO AFUERA
- Querer tener razón, querer ser el mejor, el más importante y creerse el centro de atención son actitudes tremendamente tóxicas cuando se quiere trabajar como un equipo.
Desde mi punto de vista, si los miembros de un equipo quieren o tienen que realizar un trabajo COMO equipo, es fundamental que tengan buenas competencias de inteligencia emocional.
Elegir los integrantes del Equipo
Igual que parece claro que el mejor vendedor no tiene por qué ser el director de ventas, lo mismo pasa cuando formas un equipo.
No se trata de elegir a las personas con mejor productividad o los que tengan más IQ. Ni que sean jefes. Lo que hace falta es que, dando por hecho que tienen las competencias técnicas para la labor que se les va a encomendar, deben ser brillantes en inteligencia emocional.
La actitud de cada miembro es multiplicadora. Los conocimiento no lo son tanto. Sin embargo, tener habilidades como:
- Escucha
- Empatía
- Asertividad
- Saber gestionar sus propias emociones
- Actitud cooperadora
- Ausencia de EGO
- Mostrarse vulnerable
- Realizar peticiones
- Saber decir que NO
- No enjuiciar constantemente
Serán factores determinantes para que ese equipo consiga trabajar como un equipo.
Trabajar como equipo multiplica el potencial de tu empresa
Como hacen los equipo de élite, hay que trabajar duramente. Se comenten errores, se aprende de ellos, no se buscan culpables y se está en un aprendizaje y mejora continuos. Y así se llega a ser un equipo de alto rendimiento tanto en el deporte como en la empresa. No hay diferencia. Lo que pasa es que lo vemos muy claro cuando hablamos de deporte pero no dedicamos casi nada de esfuerzo a desarrollar equipos que trabajen como equipos.
¿Por qué multiplica?
Reflexionemos un poco.
¿Para qué configuras un equipo? ¿Qué proyecto quieres sacar adelante que necesita de un equipo?
Ese «para qué» es el objetivo que quieres lograr.
Y ese objetivo ¿qué consecuencias tiene alcanzarlo o no? ¿en qué te beneficia a ti? ¿y a la empresa?
Responder a estas cuestiones de manera clara y sencilla te dará una visión de:
- confirmar la necesidad de crear ese equipo
- tu compromiso real al formar ese equipo
Si tu grado de compromiso es alto, vas a necesitar las personas adecuadas para cumplir esos objetivos.
Pero muchas veces, habiendo compromiso alto, se elige inadecuadamente. Se elige por parámetros técnicos y nos olvidamos de la inteligencia emocional. Se crearon con un propósito de éxito con materiales inadecuados para llevar a ese barco a buen puerto.
Por tanto,
- equipo adecuado, significa un grupo de personas que juntas trabajan de manera coordinada con un propósito y objetivos comunes. Esto, sin duda, multiplica.
- equipo inadecuado, significa que falta compromiso o que las personas no son las adecuadas o que no comparten ni propósito ni objetivos. Y esto, multiplica la frustración, el desánimo, las malas relaciones, las quejas y los malos resultados del equipo.
La fuerza radica en el Grupo
Una de las características de los equipos adecuados (que podrán convertirse en equipos de alto rendimiento con el tiempo) es que la suma de todos es superior a la suma de cada uno de ellos individualmente.
En el mundo hay multitud de ejemplos que avalan lo que afirmo, aunque se puede discrepar.
Por ejemplo, selección argentina de futbol y equipo Barcelona de fútbol. Ambos tenían a Messi. Con muy distintos resultados.
Yo soy súper fan de U2. Cada uno de ellos individualmente no son nada especial. Músicos correctos. Pero como banda musical, su éxito mundial es incuestionable.
Donde hay una dependencia (casi servidumbre) de uno o dos líderes para que ese equipo funcione, en mi opinión no hay un trabajo como equipo. Un equipo, aunque sufra la ausencia de alguno de sus miembros NUNCA puede ser dependiente de nadie. La fuerza radica en el grupo. Se podrá tardar tiempo en sustituir a esa persona que tiene un carisma especial, pero el grupo sobrevivirá.
Ser líder de un Equipo Emocionalmente Inteligente
Coordinar ese equipo requiere igualmente de su líder habilidades de inteligencia emocional para saber sacar el máximo de cada uno de ellos.
Cada vez son más las empresas que apuestan por tener líderes-coach. Disponer de herramientas de coach en tus mandos llevará tu empresa a otro nivel. Cambiar los juicios por preguntas retadoras requiere destreza y entrenamiento.
Creo que no habrá duda de que las habilidades de los líderes de equipo de alto rendimiento deben estar a la altura de ese equipo.
Identificar, entender y gestionar las emociones propias y las de sus colaboradores es fundamental para que ese equipo sienta que está trabajando en un entorno que exige de su compromiso, desarrolla su talento y se cuida de su estado emocional.
¿Quién no querría trabajar dentro de un equipo así?
Como coach experto en gestión emocional, desarrollo talleres online y presenciales para líderes que quieren llevar a su equipos a otro nivel te recomiendo que revises estos enlaces:
- Taller de Gestión Emocional para Líderes de Equipo
- Taller online para ser un Líder Emocionalmente Inteligente
Y si quieres comentar mi post, estaré encantado de escucharte.
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