Es bastante probable que estés disfrutando de un más que merecido descanso vacacional. Y lo que deseo es que no te aburras en vacaciones,
En España, además, agosto sigue siendo -de largo- el mes estrella para disfrutar de las vacaciones.
En este breve post te invito a que te dedique estos minutos a pensar qué no deberías hacer estas vacaciones y qué si deberías hacer.
Porque estar de vacaciones no tiene por qué ser sinónimo de no hacer nada.
Pero si debería ser dejar de hacer cosas que no te sirven y además, te perjudican.
¿Empezamos?
Bien, pues…
Contenidos
¿Qué no deberías hacer estas vacaciones?
Aburrirte
- No es lo mismo aburrirte que decidir hacer nada
- El aburrimiento es una emoción que está muy cercana a la tristeza
Para evitar el aburrimiento, toma la iniciativa de qué quieres hacer estas vacaciones. NO es necesario que tengas que desarrollar una agenda como si fuera una semana laboral.
Pero sí te sugiero que te hagas una pequeña lista de objetivos que quieres hacer estas vacaciones y para esos objetivos, te pongas unas fechas.
Estoy seguro que si tienes programado un viaje, habrás pensado y planificado tu itinerario del viaje y qué vas a hacer esos días. Qué quieres visitar, qué actividades quieres realizar, etc. ¿Ves? Has planificado y no significa que estés trabajando.
Pues eso es lo que quiero decir. No dejes lugar para el aburrimiento. Porque el aburrimiento está muy conectado con la falta de ilusión, el desánimo y la tristeza.
Como te decía no es lo mismo aburrirse que decidir tumbarse debajo de un árbol un par de horas a dormir la siesta.
Por eso te sugiero que para que no te aburras estas vacaciones, decidas qué quieres hacer en los distintos momentos de tus vacaciones.
Permitir que te secuestren tus pensamientos negativos
¿hay algo que te inquieta? ¿qué no te deja dormir?
Pues dedícate un tiempo a pensar sobre eso. Pero que seas tú quien dice cuándo empiezas y cuando terminas. No te abandones a tus pensamientos negativos. Éstos te llevan al aburrimiento.
¿Puedes hablar con alguien sobre ellos? Si lo haces, decide bien qué persona puede escucharte y qué esperas que haga esa persona tras escucharte.
¿Qué quiero decir con qué esperas que haga esa persona tras escucharte?
Pues que algunas veces, sólo necesitamos que se nos escuche. NO estamos buscando consejo, ni un juicio, ni ánimos. Sólo necesitamos escucharnos al contar nuestra historia.
Por eso, te sugiero que pidas a esa persona lo que tú necesitas. Si buscas consejo, pide consejo. Si buscas escuchar, pide claramente que no deseas un consejo.
Te dejo aquí estas dos sugerencias de qué no deberías hacer estas vacaciones.
¿Qué sugiero que hagas estas vacaciones?
Revisa si estas donde quieres estar.
Yo lo hago siempre en estas fechas.
Tienes por delante varios días para que revises si estás siguiendo el camino que te lleva a donde quieres llegar.
- ¿quién eligió ese camino y para qué?
- Quizás lo elegiste por unas circunstancias. ¿Siguen vigentes esas circunstancias hoy en día?
Y aparecen los “PERO” para justificar que no tienes otra opción.
Para mí un “pero” es un conjunto de nuestros
(P)retextos
(E)xcusas
(R)azones
(O)misiones
Bien. ¿Quieres seguir?
Déjate llevar en este momento. No implica que tengas que cambiar nada ahora mismo. Es sólo un pequeño ejercicio.
Si no estás leyendo este post sino que lo estás escuchando, te invito a que cierres los ojos. Vamos allá.
Imagina que tienes 80 años. Es decir, calcula en qué año estás hoy y sitúate en qué año estarás cuando tengas 80 años.
¿Qué vida tienes? ¿Cómo te ves? ¿Tienes salud? ¿Quién está contigo? ¿Dónde estás? ¿A qué dedicas tu tiempo? ¿Ha tenido tu vida un sentido?
Bien, eres ese TU de 80 años. Coge un papel y un bolígrafo y escríbele una carta a esa persona que eres hoy. Es decir, le vas a enviar una carta al pasado, que es tu hoy. Con tu edad de hoy, tu situación y tus circunstancias de hoy.
En esa carta…
¿Qué le dirías?
¿Le pedirías que hiciera algo distinto? ¿El qué? ¿Para qué?
¿Qué le dirías de sus actuales relaciones personales (familia, amigos, hijos, etc.)?
De su trabajo ¿tendrías alguna sugerencia que ofrecerle? ¿Con qué fundamentos le haces esas sugerencias?
Cuando hayas terminado esa carta, la guardas unos 3-4 días de tus vacaciones.
4 días después vuelves a coger la carta que has recibido de tu YO que tiene 80 años.
Y te invito a que veas si las preguntas iniciales que te hice cuando tenías 80 años cambiarían de alguna forma:
¿Qué vida tienes? ¿Cómo te ves? ¿Tienes salud? ¿Quién está contigo? ¿Dónde estás? ¿A qué dedicas tu tiempo? ¿Ha tenido tu vida un sentido?
Cuando hayas terminado de resolver esas cuestiones, guarda la carta y el trabajo realizado. Espera 4 días más.
Al 4º o 5º día vuelve a coger de nuevo todo el trabajo realizado. Lee de nuevo la carta que recibiste de tu YO de 80 años y lo que escribiste con 80 años, tus preguntas y tus respuestas.
- ¿Qué ves ahora que antes no veías?
- ¿Estás en el camino que te lleva a donde quieres llegar?
- ¿Cuál será tu próximo paso?
Si has realizado el ejercicio completo, quizás andes un poco revuelto o quizás estés muy tranquilo con lo que has descubierto.
En cualquier caso, habrás hecho un gran ejercicio de autoconocimiento personal. Qué quieras hacer ahora es otra cosa que sólo tú tienes la opción de elegir.
Hoy me he centrado en tu cuidado y en el mío pues yo pongo en práctica todo lo que aquí te digo. Y como a mí me funciona, pues lo comparto para que veas si puede serte también de ayuda a ti.
Disfruta de tus vacaciones, trátate bien, renueva tus pensamientos y recuerda que tienes al control de tu vida. Más allá de tu cargo profesional, en tu vida, el director general eres tú.
Feliz verano, amigos.
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